miércoles, 8 de marzo de 2017

HERMANA MUJER


No quiero dejar pasar este día, sin poner mi pobre grano de arena en defensa de la mujer.
Me suena raro que nadie, a estas alturas, tenga que defender a la parte más importante de la humanidad y sean necesarios días, meses y años para recordárnoslo.
Como mis viejas neuronas andan algo dispersas, he rescatado un poema que publiqué en otra bitácora, (ya desaparecida), el día 11 de marzo de 2008.
Para mi vergüenza, para la vergüenza de todos, sigue vigente. Nada ha cambiado.

HERMANA MUJER

Que nadie diga que ella tuvo la culpa,
aunque quien lo diga
vista de negro con puñetas
o con estola de armiño con olor a sacristía.

No gastéis palabras huecas
ni busquéis estériles argumentos,
para justificar esa cómoda sensación de siglos
que le hacen al macho sentirse satisfecho.

No busquéis asideros donde colgar la cobardía
y así presentaros como seres cabales
que disfrutan satisfechos del rol que les han dado.

Dios, Ala, Confucio y otros viejos hacedores conocidos,
idearon intérpretes, minutaron la obra,
esculpieron en tosca piedra ordenanzas, prohibiciones, ventajas
y ellas, las mujeres, sólo tuvieron papeles de comparsa.

Y ahora,
cuando un viento nuevo
esparce las cenizas de los viejos mandamientos,
cuando las tablas de la ley
bajan de un Sinaí de entendimientos.

Ahora,
cuando la libertad logra hacerse un hueco
entre la lúgubre tramoya de viejas prohibiciones.

Ahora,
ese hombre se aferra al papel que le enseñaron
para recitar, monocorde, su condición de dueño,
sin haber aprendido que la escena necesita
la réplica certera, de una mujer que interprete
de frente y a su altura.

Si no somos capaces de gritar nuestra rabia.
Si no entendemos que ya no existen vasallos.
Si no entendemos
que solo somos el barro primero
que se cuece en el vientre de la mujer que ama,
este mundo estará por siempre, falto de ternura.

Mientras haya hombres
que asesinan las caricias de una madre,
los besos de una esposa,
las risas de una hija,
porque creen ser sus dueños,

yo apostato de mi condición de macho.



13 comentarios:

  1. Mucho ha de cambiar la sociedad actual para que la igualdad entre hombre y mujer se manifieste, el macho dominante no quiere que nada cambie.

    Saludos

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  2. Has hecho que se me salten las lágrimas: ¡Qué sentido, qué real, qué necesario, qué bonito!
    Me alegro que lo hayas republicado, ojalá no tengas que hacerlo más veces porque todo haya cambiado, pero aún así debe ser guardado como testimonio de un hombre, que como muchos otros, luchan codo con codo con nosotras.
    Un abrazo muy, muy, pero que muy fuerte, compañero.

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  3. Gracias, Juan, por ser lo que yo llamo "un hombre de verdad". Y de verdades.
    Un abrazo grande.

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  4. Son palabras de una buena persona que fue nacido varón. Solo quien disponga de un gran corazón puede escribir así. Siempre ha preponderado el valor de las personas como tal, de su corazón.

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  5. Hola amigo Juan: no voy ni puedo replicar nada. Me has emocionado. Estoy orgulllosa de poder escribirte y llamarte: AMIGO.

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  6. Gracias, Juan. Das fe de que existen hombres justos que proclaman LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES.Como bien dice tu poema, la relegación de la mujer ha sido una constante a lo largo de la historia y cambiar esa mentalidad de dominio masculino, es muy difícil porque está arraigada en la sociedad, incluso entre algunas mujeres.
    No basta un "día internacional de la mujer". Hoy se dan golpes de pecho quienes perpetúan con sus políticas la discriminación.

    Un abrazo.

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  7. Puedes apostatar de tu condición de macho pero defiende tu condición de hombre porque las mujeres os necesitamos, sin vosotros nunca llegaremos y si llegamos nos sentiremos solas. Gracias, gracias de corazón.

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  8. Hay muchos hombres que caminan a la par que la mujer, y eso es todo un logro, siempre los hubo pero hoy tienen más voz, Unidos se conseguira la igualdad de género.
    Bello poema Juan

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  9. Digno homenaje. Un fuerte abrazo que una a todos los seres humanos de buena voluntad.

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  10. Precioso y sentido texto, Juan. Lo suscribo desde el que hasta el macho. Un abrazazo.

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  11. Gracias por cada una de tus palabras y espero que llegue el día en que no haya que hablar de esto. La solución también está en manos de las mujeres que educamos a los hijos.

    Un abrazo.

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  12. Hola Juan, vengo del blog de Ester, AUTODIDACTA, (eso ya era una pista), han sido tus comentarios los que me han traido hasta tu casa. Me alegro enormemente de encontrarte.
    Tu entrada es emotiva y preciosa, ojalá tuviéramos muchos hombres de tu talla humana, así que decido quedarme aquí.
    Gusto en conocerte.
    Amistosamente.

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